La propietaria de este precioso ático solicitó a Arquigestiona la reforma de su vivienda para convertirlo en un loft con un estilo moderno, de líneas blancas que sirven de lienzo de fondo para una decoración nórdica. Debido a que nuestra forma de vida está cambiando y ya son muchas personas las que deciden vivir solas o con su pareja y sin hijos y una división excesiva del espacio no resulta ni práctica, ni atractiva. Se decide la disolución de los límites espaciales, eliminando tabiques innecesarios, y el segundo dormitorio de la vivienda, dando lugar a perspectivas visuales mucho más amplias y luminosas, transformando con esta reforma la fisonomía de su vivienda. Siguiendo los criterios de comodidad y rentabilidad del espacio, Arquigestiona consiguió en este proyecto un escenario cálido y confortable, elogiando su marcado estilo moderno. A la hora de decantarse por el color, se buscó la coherencia, utilizando un hilo conductor que le diera unidad al diseño de toda la vivienda, para ello se utilizó el color blanco tráfico que vestiría las paredes, la carpintería y los muebles de cocina, en contraste con el color roble de la madera en espiga del suelo que se pone en toda la vivienda. Para cerrar el espacio de la cocina y el dormitorio principal del salón comedor, se instala un gran panel de suelo a techo de madera lacada, que se deslizaba a través de un carril colocado en el falso techo, pudiendo mantener todos los espacios abiertos o cerrando cualquiera de ellos lejos de miradas indiscretas y regalando al salón un toque elegante y sofisticado. La cocina con muebles blancos en tacto seda y la encimera Compac en blanco glaciar, en contrastaste con el color roble de la madera del suelo y el color verde helecho que se coloca alrededor de la ventana y puerta de acceso a la terraza.